Otro efecto Transantiago: aumentaron los ciclistas

Otro efecto Transantiago: aumentaron los ciclistas

Una buena noticia: Santiago cada vez más circula sobre dos ruedas. En 2018 el número de viajes registrados en bicicleta creció en torno a un 15%, alza que se ha convertido en una tendencia en los últimos años, empujada por el aumento de ciclovías y el ahorro para el bolsillo, pero además por el efecto que Transantiago produjo en la gente: la mitad de los ciclistas encuestados confesó haberse bajado de la micro para pedalear rumbo al trabajo o los estudios.

Para conocer el impacto del nuevo plan de transportes en los viajes en bicicleta, unos cuatro mil usuarios fueron consultados durante 2018 en las calles y ciclovías de la capital, quienes ante la pregunta ¿en qué medio de transporte realizaba este viaje el año pasado?, entre el 46% y 52% respondió que lo hacía “en bus”.

Así lo reveló el último informe denominado “Plan de seguimiento del programa de fomento al uso de la bicicleta en las comunas de Santiago, Providencia y Ñuñoa”, realizado por la consultora Steer Davie Gleave para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el área de estudios de Transantiago y la Comisión Nacional de Seguridad y Tránsito (Conaset). El material fue entregado en enero pasado como parte de los proyectos de transporte sustentable y calidad del aire para Santiago. El informe fue realizado en base al monitoreo de viajes reales efectuados sobre bicicleta en el invierno y primavera del año pasado, y una simultánea encuesta a quienes usan el descontaminante medio de transporte. De los 3.161 consultados en invierno, el 52% de las personas que declaró como motivación de viaje “las dificultades en el sistema de transporte público", efectuaba hace un año el viaje en bus, en tanto el 22% de quienes usan la bicicleta por “ahorro y comodidad”, se trasladaban en 2017 en buses. En primavera, con 3.481 ciclistas encuestados, los indicadores señalados variaron al 46% y 34% respectivamente.

Buses a la baja

El mismo estudio fue más allá y reveló otro aspecto. Al analizar el modo en que realizaría el viaje, si éste no pudiese realizarlo en bicicleta, “se aprecia que para un día laboral de invierno la opción micro disminuyó casi un 12% en el último año”, y aumentó la respuesta “caminando”, y “no haría el viaje”.

La evolución del método de viaje alternativo en dos ruedas desde 2017 a 2018 ha ido en desmedro del transporte público: si en la preferencia de cambiar la bicicleta por la micro en invierno era de 68,3% en 2017, en 2018 el dato descendió a 57%, en tanto la opción “en Metro” subió de 8,2% a 13%, “en taxi o colectivo” subió 1,1% a 2%, “caminando” de 8,4% a 13,4% y “no haría el viaje” de 1,5% a 6,3%. Los que se suben al auto de otro como “acompañante” bajó de 0,9% a 0,7%.

Paradójicamente, si el fomento del uso de la bicicleta busca, entre otras cosas, que los santiaguinos se bajen del auto, las cifras enseñan que la mayor migración fue desde las micros a las bicicletas: el cambio desde 'auto-chofer' a bicicleta es en promedio invierno-primavera un 5% en días laborales y 4% los domingos.